Lucio Cecchinello no tiene dudas sobre el camino que debe seguir Honda en MotoGP. En una entrevista concedida a GPone, el director del LCR Honda analiza el momento actual del fabricante japonés tras perder las concesiones al final de la temporada y deja claro que, lejos de verse como un problema, en la marca lo entienden como un paso natural dentro de su filosofía histórica: competir y ganar en igualdad de condiciones.
La pérdida de las concesiones, confirmada en la última carrera del año en Valencia, implica que Honda ya no contará con ayudas adicionales para el desarrollo de la RC213V a partir de la próxima temporada. Una situación que, según Cecchinello, ha sido asumida con normalidad dentro del equipo oficial: "Honda siempre ha sido una empresa a la que le gustan los retos, y eso significa luchar en igualdad de condiciones", explica, subrayando que las concesiones cumplieron su función en un momento delicado del proyecto, marcado por los problemas físicos de Marc Márquez y su posterior salida.
Para el italiano, esas ayudas permitieron reconducir un proyecto que se había desviado, pero no encajan con la esencia de la marca a largo plazo: "Los ingenieros japoneses encarnan muy bien los valores y la filosofía de Soichiro Honda, que es demostrar que eres el mejor no porque tengas ayudas, sino porque la empresa tiene capacidad para ello". En ese sentido, Cecchinello entiende el final de las concesiones como el inicio de una nueva etapa. "Hemos estado cerca, ahora es el momento de afilar las armas y pasar a la siguiente ronda".
El dirigente celebra además sus 20 años de vinculación con Honda en MotoGP, un aniversario que resume como una relación basada en la confianza y la estabilidad: "Siempre hemos conseguido mantener este vínculo. Para mí lo importante es respetar los compromisos adquiridos y no cambiar de proyecto, y en eso Honda es muy precisa".
Cecchinello también reflexiona sobre cómo ha cambiado el panorama del Mundial y el propio ADN del fabricante japonés. Recuerda que tras décadas de hegemonía nipona, Europa recuperó protagonismo gracias al empuje tecnológico de marcas como Ducati, Aprilia y KTM. En especial, destaca el papel de Ducati en el desarrollo aerodinámico y la capacidad de Aprilia para incorporar ideas procedentes de la Fórmula 1.
Según explica, Honda y Yamaha nunca dejaron de fabricar motores competitivos, pero la globalización de tecnologías y materiales redujo la ventaja histórica japonesa. La aerodinámica, en particular, supuso un punto de inflexión. "Quizá los fabricantes japoneses necesitaron más tiempo para entenderla", apunta, justificando así la incorporación de personal europeo con experiencia en áreas clave como la electrónica o la dirección técnica.
Esa evolución ha llevado a un cambio profundo en la filosofía de desarrollo: "Antes todo se hacía en Japón. Ahora la moto tiene que ser global y hay que utilizar los mejores proveedores del mundo". Para Cecchinello, este giro forma parte de una evolución cultural que deja una conclusión clara: Honda está preparada para volver a ganar.
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Pensando ya en el futuro inmediato, y con la Navidad como excusa, el italiano no esconde sus deseos: "Zarco está en la parte final de su carrera, pero es impresionante el nivel de preparación que mantiene. Me gustaría que pudiera darme alguna victoria más o algunos podios, porque se lo merece". También mira a los jóvenes: "Y ojalá Moreira pueda acabar el campeonato en el top 10, aunque quizá esté pidiendo demasiado".

